El ejercicio: un factor fundamental

Ch. Joven Chocoblue James Bond

 

Pese a que el cocker spaniel es un perro que fácilmente se adapta a la vida en un piso, necesita una buena dosis de ejercicio diario. Tengamos siempre presente que originariamente era un perro cuya finalidad era la caza, concretamente levantar y cobrar piezas de pluma, estando dotado para ello pese a su reducido tamaño, de una gran resistencia física y un buen olfato. No es pues de extrañar que el cocker se desenvuelva con extraordinaria habilidad en el campo, lugar donde le encanta dar largos paseos para poder seguir rastros y olores que le son innatamente familiares, convirtiéndose esta actividad en más que recomendable.

 

En caso de vivir en la ciudad deberemos brindar a nuestro cocker ejercicio suficiente varias veces al día. Para ello podemos visitar parques y jardines donde esté permitido dejar libre al animal, lugar donde podemos aprovechar para lanzarle unas pelotas y dejarle que se de unas buenas carreras con otros congéneres caninos. Vivir cerca de una playa es otra gran oportunidad de quemar energías.

 

Una vida sedentaria, ya sea viviendo en la ciudad o no, unida a la gran alegría que tiene el cocker por comer desembocará casi sin lugar a dudas en un exceso de peso en el animal. Pero lo más importante es que con la inactividad no podrá gastar esa energía potencial con la que está dotado.

 

En nuestro pequeño criadero creemos firmemente en la importancia del ejercicio y su influencia en la personalidad del cocker. Vivir en plena naturaleza y disponer de bastante terreno nos ha permitido delimitar la parcela en varios parques alrededor de la vivienda principal, y cada uno de ellos cumple con una finalidad específica. No disponemos de cheniles individualizados, puesto que creemos que nuestros cockers deben estar en grupo y no encerrados individualmente.

 

Por ejemplo los parques de lluvia son, como su nombre lógicamente indica, para los días lluviosos. Pero aún así son muy amplios y están diseñados para que nuestros cockers puedan realizar ejercicio. Si las inclemencias del tiempo lo permiten pasan el día en un gran parque que se halla adosado a nuestra vivienda, con lo cual el contacto diario con nosotros es permanente, factor que también creemos muy importante. Pero sin duda alguna donde más les gusta estar es en el jardín. Disponemos de más de dos mil metros de jardín totalmente vallado y con césped, lugar donde dos veces al día permanecen por espacio de una hora. Es en este espacio donde nuestros cockers queman esa energía vital que les caracteriza en forma de innumerables carreras entre ellos, jugando con nosotros, con las pelotas o juguetes similares que les proporcionamos, o sencillamente con alguna rama que se encuentran por el suelo. Consideramos que estas dos horas al día son imprescindibles para nuestros cockers.

 

Un caso aparte son los ejemplares que están en plena campaña de exposición. Estos, además del ejercicio en el jardín realizan un entrenamiento específico para que estén correctamente musculados y dispongan de un buen fondo físico. La cercanía de nuestras instalaciones en relación al mar nos permite acudir a la playa varias veces por semana con dichos ejemplares. Los largos paseos por la montaña también forman parte de su entrenamiento.


Jugando también se aprende

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Conjuntamente con el ejercicio, el juego es otro factor fundamental para nosotros. Entrenar jugando y jugando a entrenar es nuestra filosofía. Es decir basamos el entrenamiento en el juego al mismo tiempo que el juego nos permite entrenar a nuestros cockers para acciones concretas. De nada le sirve a un cocker poder realizar ejercicio si no es en compañía de su propietario y llevando a cabo alguna actividad concreta como puede ser el juego. A un cocker no le gustará correr como un loco sino es, por ejemplo, detrás de una pelota o similar lanzada por su propietario. De igual forma a un cocker le agradará dar paseos por el campo para seguir algún rastro u olor familiar, y no por pasear simplemente. Es decir el binomio juego y ejercicio deben ir siempre unidos en aras de alcanzar la mayor efectividad.

 

En nuestro caso utilizamos el juego, ya sea de manera individual o colectiva, siempre que nuestros cockers salen al jardín. De forma colectiva para que realicen ejercicio (por ejemplo lanzándoles pelotas, cuerdas nudo, u objetos similares) al tiempo que juegan entre ellos y con nosotros. Y de forma individual, lo que nos permite por ejemplo un entrenamiento básico en el caso de animales que no van a exposición y un entrenamiento mucho más específico para los que sí asisten a tales eventos (por ejemplo caminar correctamente con la cabeza alzada o conseguir una posición estática correcta).

 

Normalmente basamos el juego en un objeto o juguete sobre el que se fijamos el deseo del animal. Pero el juego debe ser interactivo, es decir, implicar a las dos partes. Por un lado fomentamos el deseo por parte del animal sobre el juguete, pero también le hacemos comprender que si no es con nuestra participación el juego se acaba. Por poner un ejemplo sencillo; si lanzamos una pelota al perro y este no la devuelve, no se la lanzaremos más. Transcurrido un tiempo de posesión de la pelota por parte del perro el juego terminará. En cambio si la devuelve se la lanzaremos una y otra vez con lo que el juego será activo. En consecuencia nuestra misión es que el perro aprenda que los dos participamos del juego.

 

El juego es una herramienta esencial en nuestro día a día y forma parte de nuestra filosofía de entrenamiento desde una temprana edad en nuestros ejemplares.


La importancia del baño

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Sin lugar a dudas, otro factor que consideramos clave: la higiene del animal. Un cocker, ya sea de exposición o no, debe estar siempre en óptimas condiciones higiénicas. Es de vital importancia que su manto esté siempre bien hidratado y cepillado, evitando así que el pelo de nuestro cocker tenga un aspecto pobre, reseco y quebradizo, con los consecuentes problemas que ello conlleva: caída de pelo, nudos, picores, dermatitis, etc. Un pelo sucio, en mal estado y anudado, aparte de poco higiénico puede provocar mal estar en nuestro cocker.   

Las orejas, de forma caída y poco ventiladas, requieren un poco más de nuestra atención que otras razas. Bastará con utilizar productos para su adecuada limpieza de una manera constante para evitar posibles otitis o infecciones.

   

En nuestro criadero, contamos con una peluquería propia perfectamente equipada, donde nuestros cockers reciben baños y cepillados regularmente. Para tal fin utilizamos cosmética canina y utensilios de la mejor calidad

En definitiva, en Chocoblue creemos que el ejercicio, el juego y la higiene son aspectos fundamentales para el correcto desarrollo tanto físico como psíquico de nuestros cockers. Tales actividades forman parte de nuestra actividad cotidiana y de nuestra filosofía de crianza.