Mi andadura con los cockers empieza en 1992, cuando adquiero a " Nina ", una adorable cachorrita dorada que me enseñó todo lo que no debería ser un buen cocker ... .

Gracias a ella, aprendí que hay gente sin escrúpulos, mentirosa y con muy poca vergüenza que se hacen llamar "criadores" pero que en realidad no son nada más que mercaderes de perros a quienes sólo les importa que su negocio tenga un beneficio económico. Para ello se aprovechan, en la mayoría de los casos, de la ignorancia y buena fe de la gente, abusando de su confianza y jugando con sus sentimientos.

Me acompañó durante 13 años, y aunque fue genio y figura hasta la sepultura, su adiós me dejó un vacío inmenso que ningún dorado más a vuelto a ocupar ni ocupará nunca.

No fué hasta el año 2003 con la llegada de "Moon", una preciosa ruana chocolate adquirida a mi buen amigo José Manuel Berna (afijo Love Me Do), que volví a tener una cocker en casa. Después de estudiar y documentarme sobre la raza me decidí a empezar en el mundo de las expociones de belleza y la crianza canina.

El 15 de abril de 2005 me fue concedido el afijo Chocoblue, y el 30 de octubre de ese mismo año nacía mi primera camada a la que le asigné la letra "A" . Con el tiempo, la familia de cockers Chocoblue ha ido creciendo hasta llegar a nuestros días. Desgraciadamente algunos de ellos ya nos han dejado para cruzar el arco iris, pero su recuerdo siempre permanecerá tanto en mi corazón como en mi memoria. Gracias a ellos y sus descendientes, sigo y seguiré trabajando con esfuerzo y dedicación constante para mejorar en mi sueño de seguir criando cockers que hagan felices a muchas familias.

Josep Costa.