Stándard del Cocker Spaniel Inglés


A continuación nos encontramos con el Estándar del Cocker Spaniel Inglés que aparece en la Federación Cinológica Internacional y que es el único aceptado como patrón oficial de la raza que nos ocupa. Es propiedad del Kennel Club Inglés y su última modificación fue realizada con fecha 08/10/2012 (los aspectos que han variado aparece en el texto en color azul).

 

En él encontraremos una descripción precisa, minuciosa y completa de todas y cada una de las partes anatómicas de su cuerpo, es decir sus características morfológicas, a fin de constituir el tipo ideal de la raza. También se incluyen aspectos tales como la textura del pelo y los colores admitidos del mismo, el tamaño (tanto para machos como para hembras), el tipo de movimiento que deben tener y la funcionalidad a la que responde esta raza en concreto. Pero también nos describe como debe ser su carácter y actitud, aspectos éstos igual de importantes que su morfología y que deben tenerse en cuenta en su conjunto en el momento de informarse de una raza (especialmente antes de adquirir un cachorro) y también por parte de los criadores a la hora de planificar sus camadas.

 

Es una pieza fundamental para el criador que debe conocer a la perfección, buscando en todo momento que los ejemplares por él criados se asemejen en el mayor grado posible al prototipo ideal descrito por el estándar.

 

 

COCKER SPANIEL INGLÉS

(English Cocker Spaniel)

Estándar – FCI Nº 5

© M. Davidson, illustr. NKU Picture Library

Esta ilustración no muestra necesariamente el ejemplo ideal de la raza.

 

 

TRADUCCIÓN: Brígida Nestler / Versión original: (EN)

Supervisión Técnica: Miguel Ángel Martínez

 

ORIGEN:Gran Bretaña.

 

FECHA DE PUBLICACIÓN DEL ESTÁNDAR OFICIAL VÁLIDO:  08.10.2012.

 

UTILIZACIÓN: Perro levantador de caza.

 

CLASIFICACIÓN FCI:  Grupo  8  Perros cobradores de caza, perros levantadores de caza, perros de agua. Sección 2 Perros levantadores de caza. Con prueba de trabajo.

 

BREVE RESUMEN HISTÓRICO:  Los Cocker Spaniel fueron reconocidos como razas separadas del Field y el Springer Spaniel poco después de la formación del Kennel Club en 1873. Nació como el “cocking spaniel” que deriva de “flushing woodcock”. Como en diversas razas de perros de caza en la actualidad existen diferencias entre los perros utilizados para el trabajo y aquellos de show: el cocker de show es una versión más resistente y pesada que su colega de trabajo.

 

APARIENCIA GENERAL:  Es un perro alegre, robusto, deportivo, bien equilibrado, compacto.

 

PROPORCIONES IMPORTANTES:  La medida del suelo a la cruz y de ésta a la inserción de la cola es aproximadamente igual.

 

TEMPERAMENTO / COMPORTAMIENTO:  De naturaleza alegre, su cola en constante meneo presenta un movimiento animado típico, particularmente cuando sigue un rastro, no le teme a los matorrales espesos. Dócil y cariñoso, aunque lleno de vida y exuberancia.

 

CABEZA

REGIÓN CRANEAL:

Cráneo:  Bien desarrollado, bien modelado, no muy fino ni muy tosco.

Depresión naso-frontal(Stop):  Bien marcada, situada a media distancia entre la punta de la nariz y el occipital.

REGIÓN FACIAL:

Trufa:  Bastante ancha para que pueda desarrollar sus dotes olfativos.

Hocico: Cuadrado.

Mandíbulas / Dientes:  Debe tener maxilares fuertes; mordida en tijera, es decir, que la cara interna de los incisivos superiores esté en contacto con la cara externa de los incisivos inferiores y colocados en ángulo recto con los maxilares. Mejillas:  No prominentes.

Ojos:  Llenos pero no prominentes. Deben ser de color marrón o marrón oscuro, pero nunca claros, excepto en el caso de ejemplares de pelaje color hígado, hígado ruano e hígado y blanco, en que éstos podrán ser de color avellana oscuro para armonizar con el pelaje. Su expresión es inteligente, dulce, pero bien alerta, brillante y alegre; el borde de los párpados bien pegado.

Orejas:  De forma lobular, de inserción baja al nivel de los ojos. Extendidas deben llegar a la punta de la nariz, bien cubiertas con pelo largo y sedoso.

 

CUELLO:  Moderadamente largo, musculoso. Se une con elegancia en las espaldas. Cuello sin papada.

 

CUERPO:  Fuerte, compacto.

Línea superior:  Firme, horizontal. Desciende levemente desde el final del lomo hasta la inserción de la cola.

Lomo:  Corto y amplio.

Pecho:  Bien desarrollado, tórax profundo; no debe ser ni muy ancho ni demasiado estrecho en el frente. Costillas bien arqueadas.

 

COLA:  De inserción levemente más baja que la línea superior. Debe ser alegre en acción y llevada a nivel, nunca hacia arriba. Anteriormente la costumbre era amputar la cola.

Amputada:  Nunca demasiado corta que no se vea, ni muy larga que interfiera en el incesante movimiento alegre cuando el perro está en acción.

Sin amputar:  Levemente curvada, de largo moderado, proporcionada al tamaño del cuerpo dando la apariencia de un buen balance general, idealmente no debe sobrepasar el garrón. Gruesa en la base, adelgazándose hasta una punta fina, con buen fleco correspondiendo al manto. Alegre en acción, llevada en el mismo nivel que la línea superior, no más arriba, ni más baja que demuestre timidez.

 

EXTREMIDADES


MIEMBROS ANTERIORES:  

Apariencia general:  Rectos, de buenos huesos y suficientemente cortos para desarrollar fuerza concentrada; sin embargo, no deben ser muy cortos para que no interfieren en el tremendo esfuerzo que se espera de este magnífico perro deportivo.

Hombro:  Oblicuo y delgado.

Pies anteriores:  Sólidos, de gato, con almohadillas plantares gruesas.

 

MIEMBROS POSTERIORES:  

Apariencia general:  Anchos, bien redondeados y muy musculosos, de buenos huesos.

Rodilla:  Bien angulada.

Articulación del Corvejón:  Debajo de la articulación tibio-tarsiana, corto, que le permita desarrollar un fuerte impulso. Pies posteriores:  Sólidos, de gato, con almohadillas plantares gruesas.

 

MOVIMIENTO:  Natural en su acción, con poderoso impulso que le permita al perro cubrir bastante terreno.

 

MANTO:

Pelo: Liso, de textura sedosa, nunca áspero u ondulado, no muy profuso y nunca rizado. Las extremidades anteriores, el cuerpo y las extremidades posteriores por encima de los corvejones deben tener suficientes flecos.

 

Color:

Colores sólidos: Negro, rojo; dorado, hígado (chocolate), negro y fuego, hígado y fuego. No se permite el blanco excepto una pequeña cantidad en el pecho.

Particolores: Bicolores; Negro y blanco, naranja y blanco, hígado y blanco, limón y blanco. Todos con o sin moteado. Tricolores: Negro, blanco y fuego, hígado, blanco y fuego.Ruanos: Azul ruano, naranja ruano, limón ruano, hígado ruano, azul ruano y fuego, hígado ruano y fuego. Cualquier color o marca diferente de los mencionados arriba es indeseable.

 

TAMAÑO Y PESO:

Altura a la cruz aproximada:

Los machos entre 39 y 41 cm.

Las hembras entre 38 y 39 cm.

 

Peso aproximado: Entre 13 - 14,5 kg.

 

FALTAS: Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro, y de la capacidad del perro para realizar su tarea tradicional.

 

FALTAS DESCALIFICANTES:

• Agresividad o extrema timidez.

• Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.

 

 N.B.:

• Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.

• Sólo los perros funcionalmente y clínicamente saludables, con la conformación típica de la raza, deberán usarse para la crianza.

 

 

 Los últimos cambios son en azul.

 

Nota: fuente www.fci.be

 

  

Seguidamente me gustaría realizar unos comentarios personales en relación al estándar del Cocker Spaniel Inglés, que en algunos aspectos es muy concreto y en otros deja más libertad a la hora de interpretarlo. Son opiniones personales basadas en mi tipología de cocker ideal, ése por el cual todos los criadores nos esforzamos en poder obtener y perpetuar en nuestro linaje. Por supuesto que el tipo ideal de cada criador es diferente dentro de los límites de maniobra que permite el estándar, pero todos los ejemplares deben cumplirlo a la perfección. Por ejemplo a un criador  pueden gustarle los cockers con un cuello más prominente, mientras que otros lo prefieran más moderado. Es decir, los aspectos morfológicos tienen siempre una cierta elasticidad a la hora de ser interpretados, pero  deben conservar una armonía y equilibrio en relación a la tipicidad de la raza. De lo contrario, el equilibrio se romperá y perderemos el tipo.

 

En primer lugar el estándar en su última revisión nos habla un poco del origen de la raza (antes esta breve mención no aparecía), la cual nace como separación por tamaños entre los Springer Spaniels (más grandes), los Field Spaniels (menores que los anteriores) y los más pequeños, los “cocking Spaniels” conocidos como los Cockers Spaniels Ingleses.

Otro aspecto muy importante, tal y como ocurre en muchas otras razas, es la distinción que hace entre los perros llamados de trabajo y los de exposición o belleza. Dicha diferencia es importante y aunque quizá nunca debiere haberse producido, la realidad es que son ejemplares bastante diferenciados en cuanto a tipo. En el caso de las líneas de trabajo, los criadores han primado, en la selección de sus ejemplares, los instintos originales de la raza por encima de los aspectos morfológicos. Con la proliferación de manifestaciones caninas de belleza iniciada en el siglo pasado muchos criadores han preferido dar más importancia al desarrollo morfológico de la raza. De hecho, en la actualidad la mayoría de razas han perdido en gran parte la funcionalidad por la que fueron creadas y se están convirtiendo en meros animales de compañía. Aún así muchos instintos antiguos sobreviven ocultos en la raza y no desaparecen hasta haber transcurrido muchas generaciones. No es un caso aislado de los cockers puesto que sucede con otras muchas razas como por ejemplo el Pastor Alemán.

 

Continuando con la apariencia general , debe llamarnos la atención que el primer aspecto que define al cocker  (y que se repetirá mucho en el estándar) es el de un  “perro alegre”. Lo primero que debe transmitir un cocker es su alegría innata plasmada en un incesante movimiento de su cola. Es un aspecto fundamental. Pero no debemos confundir alegría con nerviosismo o hiperactividad. Tal como continua el estándar en su apariencia general debe ser un perro alegre pero “bien equilibrado”, tanto a nivel temperamental como morfológico. En este último aspecto el equilibrio se refiere,

en mi opinión, a que un cocker tiene que tener lo que tiene que tener en su justa medida, sin exageraciones ni extravagancias.  Otro aspecto general a tener en cuenta es que se trata de un perro deportivo al que le gusta el ejercicio y de hecho lo necesita. Totalmente de acuerdo en que puede vivir perfectamente en un piso y acostumbrarse a la vida de ciudad pero debe disponer de sus dosis diarias de ejercicio.

 

En cuanto a sus proporciones el estándar es muy claro: debe ser aproximadamente igual de alto que de largo, es decir, la altura del suelo a la cruz es aproximadamente la misma que la de la punta del hombro hasta el nacimiento de la cola (en el dibujo expuesto la inserción de la cola está demasiado arriba).

 

Pese a que ya hemos definido su temperamento como muy alegre, el estándar también nos describe que debe ser dócil y cariñoso. Un cocker nunca debe ser un animal dominante y ni mucho menos mostrar cualquier tipo de agresividad, ya sea hacia personas u otros congéneres. Tampoco la timidez excesiva debe estar presente en un cocker. Podríamos hablar si acaso de prudencia inicial en los primeros contactos con desconocidos que siempre se transformará en confianza y alegría a medida que la relación se torna más frecuente.

La cabeza de un cocker es muy importante y el estándar le dedica una amplia descripción. Debe ser una cabeza bien cincelada, importante y con un buen cráneo, pero en ningún caso dar sensación de pesadez o desmesura. La unión del cráneo con la caña nasal debe presentar un buen stop y ambas partes deben tener la misma longitud y amplitud, aspecto este muy importante a mi entender. Muchas veces se ven cañas nasales estrechas, cortas y en forma de cono, lo cual afea mucho la cabeza y su expresión. Además la estrechez final del caño nasal puede provocar que los incisivos tanto superiores como inferiores tengan menos espacio de lo normal desencadenando un posible problema de prognatismo durante la etapa juvenil del animal, lo cual es un defecto grave puesto que la dentadura del cocker debe ser en tijera (los incisivos superiores en su cara interna deben cerrar  casi en contacto con la cara externa de los inferiores). En su extremo final encontraremos una trufa de buenas dimensiones de color negro, excepto en los ejemplares de color hígado en los cuales se permite una tonalidad del mismo color para poder así armonizar con el resto del pelaje.

Los belfos son un aspecto donde el estándar presenta una laguna: deben ser lo suficiente desarrollados pero sin caer en un exceso. Un belfo demasiado ligero unido a un caño nasal cónico arruinará totalmente la expresión de la cabeza.

 

En cuanto a los ojos la descripción es muy clara: de color marrón o marrón oscuro. Nunca claros. Tan sólo en los ejemplares hígado o chocolate, ya sean sólidos, bicolores o ruanos, se permite que el color sea de un marrón más claro, pero en ningún caso amarillos o verdosos como personalmente he visto en alguna ocasión. De hecho hay que tener en cuenta que por ejemplo en el caso de los ruanos azules en su primera etapa de cachorro presentan un color azul que se va tornando posteriormente en marrón oscuro. En el caso de los cachorros ruanos hígado el color pasa de azul verdoso a marrón. En cuanto al tercer párpado, es deseable pero no imprescindible que esté pigmentado. Lo que sí es fundamental, tal como recalca el estándar, es que los párpados estén bien pegados a los ojos. Unos párpados caídos o ectropión (el caso contrario es el entropión donde el párpado se invierte hacia el interior del ojo)  pueden ser un gran problema que desemboque en infecciones oculares constantes por no decir además que estropearan la mirada y expresión del cocker. Ésta debe transmitirnos siempre alegría, vivacidad pero al mismo tiempo ternura.

ejemplar ruano hígado: Sprogmore Sachmo (foto Tracy Morgan)
ejemplar ruano hígado: Sprogmore Sachmo (foto Tracy Morgan)

En cuanto al cuello del cocker spaniel debe ser “moderadamente largo” y unirse al cuerpo del animal de una forma elegante, es decir, no bruscamente sino en armonía y como una continuidad de ambos elementos. Personalmente creo que no debería ser más largo que la longitud total de la cabeza (de modo que le permita al animal coger objetos del suelo sin ningún esfuerzo, por ejemplo piezas de caza) y estar unido al cuerpo sin formar ningún ángulo demasiado pronunciado sino una curvatura muy suave.

 

El cuerpo debe ser “fuerte y compacto”, es decir con un buen costillar (para que pueda albergar unos potentes órganos internos tales como unos buenos pulmones y corazón con los que está dotado para ser un excelente perro de campo) que descienda con suficiente profundidad para conformar un buen pecho. Si no tenemos un buen costillar muy probablemente tampoco dispondremos de un pecho bien desarrollado, con lo cual el animal presentará un aspecto muy liviano. Al mismo tiempo el cuerpo debe ser compacto, es decir corto para guardar la misma proporción de altura a la cruz que de esta a la inserción de cola. Si el cuerpo es más bien largo será imposible guardar esta proporción cuadrada a la que casi siempre hace referencia el estándar. La línea superior de la espalda debe ser horizontal o paralela al suelo, descendiendo levemente desde el final del lomo hasta el nacimiento del rabo sin ninguna exageración. Posiblemente una mala angulación trasera provoque que la grupa esté demasiado elevada. También podemos encontrarnos casos de líneas superiores carpadas o el caso contrario, es decir, ensilladas o partidas. Ambos casos son indeseables. 

 

Sin ningún lugar a dudas el movimiento incesante de la cola es una característica fundamental del temperamento del cocker y nos muestra su carácter alegre y vivaz. La cola amputada está prohibida en muchos países de la Comunidad Económica Europea y en la mayoría de Comunidades Autónomas de nuestro país, donde dicha prohibición también acabará por imponerse. En adelante me referiré pues a la cola sin amputar. Debe tener su nacimiento un poco por debajo del final de la línea superior de la espalda y llevada a nivel de ésta, al menos en su nacimiento, permitiéndose que luego se curve levemente hacia arriba. Es un defecto si desde su nacimiento se inclina hacia arriba. 

 

Por lo que se refiere a las extremidades delanteras deben estar dotadas de un buen hueso en consonancia con la robustez del perro. Presentaran unos buenos aplomos rectos, es decir sin abrir ni cerrar los codos y/o los pies, y terminadas con unas manos pequeñas  y bien recogidas. Almohadillas gruesas que le permitan caminar por todo tipo de terrenos. En cuanto a los hombros deben ser oblicuos y formar un ángulo de noventa grados con el húmero. Ni más ni menos. Unos hombros demasiado adelantados afearan mucho el cuello del animal y su inserción con el cuerpo.

 

De igual manera las extremidades traseras deben tener un buen hueso que permita albergar una excelente musculatura, en especial en los muslos, que deberán ser anchos y bien redondeados. La angulación entre el fémur y la tibia debería ser de unos ciento diez grados. Ni más ni menos. Si es mayor el perro tendrá muy poca angulación trasera y si es menor presentará una sobreangulación. Ambas cosas a mi entender no son deseables e influirán negativamente en el movimiento del animal. De igual forma, la angulación que conforman la tibia y el tarso/metatarso (que en su parte posterior conforma el llamado corvejón o garrón) debería ser de unos ciento veinticinco grados aproximadamente, permitiendo al animal desarrollar un excelente empuje. Las extremidades traseras deben tener unos aplomos rectos, es decir, en ningún caso las rodillas estarán hacia fuera o hacia dentro y lo mismo debe suceder con los corvejones.

 

El movimiento del cocker debe ser natural, sin ningún tipo de exageraciones. Una correcta construcción de las angulaciones tanto delanteras como traseras junto con una buena musculatura de las mismas es fundamental para que el movimiento del animal sea el deseado: con buen empuje y abarcando terreno.

El pelaje del cocker spaniel inglés debe ser sedoso, liso y en ningún caso rizado u ondulado. Deberá tener suficiente pelo tanto en los flecos de las extremidades delanteras  como en las rodillas de las posteriores, así como en la parte final del costillar o flancos que también deben lucir flecos. El estándar es un poco difuso en este aspecto pues tan solo nos dice que “deben tener suficiente fleco en esas zonas” sin aclarar cuál es la cantidad correcta. ¿Es deseable, por ejemplo, que los flecos de las rodillas y de los flancos lleguen hasta casi el suelo? He llegado a ver en ocasiones ejemplares con tal profusión de pelo en estas zonas que incluso permiten utilizar “planchas” en el momento de su acicalado, lo cual me parece casi grotesco. Creo que un término medio es lo correcto, de manera que armonice con el cocker en su conjunto, otorgándole esa silueta inconfundible.

  

En cuanto al pelo del pecho, coloquialmente conocido como la corbata, tendrá su inicio en la llamada punta del esternón para descender elegantemente a lo largo del pecho y unirse a la misma altura que los flecos de los flancos laterales. Las orejas estarán bien cubiertas de pelo largo en su parte final (excepto en el tercio superior donde el pelo será corto para armonizar bien en su inserción con la cabeza al nivel de los ojos) y extendidas tendrán que llegar, como mínimo, hasta la trufa del animal. Tampoco aquí los excesos son deseables.

 

Por lo que se refiere a los colores del cocker spaniel inglés, si ha habido cambios en el estándar y ya no es admitido ninguno más de los que se exponen a continuación:

 

-       Colores sólidos: rojo/ dorado, negro, negro con fuego,  chocolate/hígado y chocolate/hígado con fuego. Sólo se permite una pequeña mancha blanca en el pecho.

-      Particolores: blanco y negro, blanco y negro con fuego, blanco y naranja, blanco y chocolate/hígado, blanco y chocolate/hígado con fuego, blanco y limón, ruano azul, ruano azul con fuego, ruano naranja, ruano limón, ruano chocolate/hígado y ruano chocolate/hígado con fuego.

  

Los ejemplares con fuego son aquellos que presentan unas marcas de color fuego siempre con la siguiente disposición: dos manchas sobre los ojos, los costados del caño nasal, parte de la mejilla, la garganta, dos marcas en el pecho, alrededor del ano y al final de las cuatro extremidades a modo de calcetines. El color fuego debe ser intenso y bien definido. Se elimina definitivamente el color sable que formaba parte de los sólidos. En cuanto a los blancos/limón y los ruanos limón, pese a que el estándar los cita personalmente no he visto nunca ninguno. Los cruces entre sólido y particolores están permitidos pero deben hacerse con mucha cautela y buenos conocimientos de genética (en cuanto a los colores se refiere) puesto que el resultado de según qué cruces de colores puede ser ejemplares mal manchados y por ende indeseables.

 

El estándar es muy claro en cuanto al tamaño (nos marca una altura a la cruz aproximada, es decir que un ejemplar que se encuentre fuera de la horquilla por ejemplo por un centímetro tampoco debería ser rechazado. Otra cosa es que se trate ya de varios centímetros). Donde sí ha habido cambios es en el peso mínimo del animal que pasa de doce kilos y medio a trece. Personalmente creo que dicho cambio va encaminado a incrementar el tamaño de las hembras ya que últimamente se vienen observando ejemplares de poca talla y robustez (al menos en nuestro país).

 

En cuanto a las faltas, su gravedad irá en consonancia con el grado en que se incumple el estándar.

 

 

Josep Costa Gratacós.