Carácter del Cocker Spaniel Inglés


Mucho se ha hablado del carácter del cocker spaniel inglés y no siempre bien por desgracia para la raza, tal y como veremos más adelante. El estándar es muy claro y preciso en este aspecto: “De naturaleza alegre….   dócil y cariñoso, aunque lleno de vida y exuberancia”. Por lo tanto lo primero que debe llamarnos la atención y que define perfectamente su carácter es que se trata de un  “perro alegre”, cuya alegría innata debe verse plasmada en un incesante movimiento de su cola. Pero nunca debemos confundir alegría con nerviosismo o hiperactividad: tengamos presente que el estándar hace también mucho hincapié en que el cocker spaniel debe ser un perro “bien equilibrado” a nivel  temperamental.

 

Podría deducirse erróneamente que el cocker spaniel inglés es un animal muy activo, que necesita grandes dosis de ejercicio para ser feliz. Nada más lejos de la realidad. Si es cierto que es un gran amante de los paseos por el campo o la ciudad, pero donde se muestra más feliz es en compañía de humanos, situación donde expresará su mayor alegría al poder formar parte de todas y cada una de las actividades que realiza la familia con la que convive. Sin embargo, tampoco renunciará a poder darse unas buenas y largas siestas “perreando” en el sofá. Es decir, su carácter alegre, lleno de vida y exuberancia tanto nos lo mostrará conviviendo con nosotros en nuestro hogar como dando un buen paseo por el campo o la ciudad, actividades éstas muy necesarias y recomendables pero siempre que se realicen en nuestra compañía.

 

Un cocker spaniel inglés en ningún caso puede ser un animal huidizo, tímido, nervioso, hiperactivo y mucho menos mostrar el mínimo atisbo de agresividad, ya sea hacia humanos u otros congéneres. Por supuesto un cocker puede ser huidizo ante una experiencia desagradable para él, o mostrarse tímido inicialmente ante desconocidos, o ponerse nervioso ante una situación nueva para él pero dichas conductas siempre serán momentáneas y nunca regirán la vida del animal. Su carácter se adapta muy bien tanto al entorno como a la vida familiar, siendo un gran amante de los niños. Animal sociable, educado y obediente en la mayoría de los casos. Le suele gustar mucho jugar a cobrar la pelota u otros objetos similares debido a su instinto de animal cobrador y levantador de piezas de caza.

 

Chocoblue Landslide

Entonces, de donde proviene su mala fama? Durante muchos años se les ha atribuido injustamente muy mal carácter y un nerviosismo excesivo, llegándolos a definir como agresivos y muy posesivos, en especial con la comida y sus juguetes. Entre las principales causas de que esto sea así, podemos citar las siguientes:

 

-    Durante los años 90 el cocker spaniel inglés fue un perro de moda, no tan solo en nuestro país, sino en toda Europa. Como consecuencia de la excesiva demanda de esta raza, la crianza de la misma se basó en producir el mayor número de ejemplares posibles sin importar la calidad de los mismos. Se trataba de vender cockers, y cuanto más mejor. Concretamente en nuestro país, el cocker spaniel inglés estuvo dentro de las cinco razas con mayor número de inscripciones en el Libro de Orígenes Español (en adelante L.O.E.) durante varios años; el punto álgido se produce en 1.998 con un total de 10.795 ejemplares inscritos en el L.O.E. A partir del año 2.000 empezó el declive en su crianza hasta llegar a los 336 cockers inscritos en el L.O.E. en el año 2.015.

 

-        Otra consecuencia de la excesiva demanda de los años 90 fue la cría indiscriminada por parte de particulares y criadores poco serios y nada responsables, cuyo objetivo en ambos casos era el rendimiento económico por encima de la crianza responsable y encaminada a la mejora constante de la raza.

 

-       Durante esta época se utilizaron para la crianza animales muy alejados del estándar del cocker, ejemplares que deberían haber sido retirados de cualquier plan de cría mínimamente serio y responsable, para obviamente ser esterilizados evitando así la propagación de sus defectos. Debemos tener presente que el carácter de los perros es en parte hereditario y en consecuencia un ejemplar inestable emocionalmente muy probablemente lo transmitirá a su descendencia. Pero como lo único que importaba era criar para vender.

  

-    Ante la gran demanda existente los criadores no dudaron en utilizar una crianza reiterada entre miembros de una misma familia, con lo que el problema se potenció y extendió de manera exponencial. Para realizar cruces cerrados, o lo que se conoce en el argot de los criadores como el “in breeding” se deben tener conocimientos previos y conocer muy bien las líneas con las que se cría. Y esto solo se consigue con años de experiencia y trabajo.

 

Es principalmente por estas causas que algunos ejemplares desarrollaron un carácter totalmente impropio de la raza, extendiéndose el mito de que los cockers son nerviosos y tienen mal carácter, hasta el punto de que hay incluso estudios sobre la agresión en los cockers donde se ha llegado a establecer una conexión entre el color del pelaje y el temperamento. Según estos estudios el vínculo podría deberse a la melanina (el pigmento del color) que es bioquímicamente similar a los elementos químicos que actúan como neurotransmisores en el cerebro del animal.

 

Así pues, un estudio elaborado por la Universidad de Cambridge en el que participaron más de mil hogares ingleses donde habitaba un cocker spaniel inglés, concluyó que los ejemplares de color sólido son más propensos a ser agresivos en 12 de 13 situaciones analizadas. El color rojo/dorado mostró ser el más agresivo de todos en situaciones relacionadas con extraños, miembros de la familia o cuando eran disciplinados, sin ninguna razón aparente o lo que se conoce como “Síndrome de la furia” (Rage Syndrome). Se trata de un trastorno del comportamiento canino descrito muy a menudo, pero no exclusivamente en los cockers spaniel. Puede tener una causa fisiológica y se suele atribuir a simple mal comportamiento, pero en realidad no se trata de un tema etológico. Los perros afectados por este síndrome muestran un comportamiento normal, pero súbitamente se muestran agresivos, atacando a la persona que está cerca. El ataque dura poco y durante el mismo el animal no atiende a estímulos externos y al finalizar se muestra abatido, exhausto y con actitud arrepentida. Uno de los principales problemas de este síntoma es la ausencia de motivo inicial del ataque, es decir, el perro no muestra intenciones de atacar, por lo que, al unirse con lo repentino del ataque hace imposible prever estas situaciones. Por lo demás el perro muestra un comportamiento completamente normal y su estado físico es totalmente sano. Las causas de este síntoma no están claras. Si parece, que no es un problema comportamental sino más bien neurológico. Tampoco está claro si las condiciones ambientales pueden afectar. Si es cierto que el estudio concluyó que los cockers spaniel se hallan dentro de las razas más propensas a desarrollar este síntoma.

 

Chocoblue Have a Good Day

Otro estudio realizado por investigadores españoles de la Universidad Autónoma de Barcelona reveló una relación similar entre cockers dorados y agresión. El estudio encontró que los niveles de serotonina (substancia cerebral que controla e inhibe los impulsos agresivos y los comportamientos antisociales) eran mucho más bajos en esta raza que en otras.

 

Sin embargo estas estadísticas no son del todo fiables y se atribuye el Síndrome de la Furia como un factor más que se suma a la mala fama que atesora el cocker. Además, deberíamos analizar si los sujetos de la raza que formaban parte de la muestra estadística de estos estudios son verdaderamente cockers spaniel de raza o simplemente ejemplares con una apariencia similar al cocker pero cuya ascendencia no es pura sino entremezclada con otras razas, tal y como sucede con muchos casos de agresividad atribuidos a cockers que en realidad no lo son. Debemos tener presente que no todo lo que se parece a un cocker es en realidad un cocker. Por esto es tan importante realizar una buena labor de crianza por parte del criador y que el futuro propietario sepa apreciarla y valorarla.

 

Entre los factores clave para evitar estos problemas podemos destacar:

 

-     Adquirir siempre nuestro cocker en criaderos serios y responsables puesto que ellos son los que con mayor preocupación velan por este problema, utilizando para la crianza únicamente ejemplares totalmente equilibrados y seleccionados conforme al estándar. Evite a toda costa los criadores multiraza, las granjas de perros (puppies farms), los centros de venta de perros importados y la compra a desconocidos o particulares.

 

-      Intentar visitar al criador para conocer a los progenitores de los cachorros y el entorno donde se han criado. Sin duda alguna debemos desconfiar del criador que no es capaz de mostrar tanto las instalaciones como a los ejemplares que conforman su criadero. También desconfiaremos de aquellos criadores que ofrecen la posibilidad de adquirir cachorros con o sin pedigrí o más baratos alegando que no son para exposición y tan solo son para compañía. Está claro que bueno, bonito y barato no es posible.

 

-     Cerciorarnos que el cachorro no ha sido retirado de la madre y sus hermanos antes del tiempo adecuado para ello (nunca antes de los dos meses y medio como mínimo). La socialización y educación que proporciona el contacto tanto con la madre como el juego con los hermanos es fundamental para el correcto desarrollo del carácter del animal.

 

-     Otro factor clave para evitar futuros problemas con el carácter del animal es iniciar su socialización tan pronto como sea posible, una vez llega a nuestro hogar. No debemos confundir socialización con humanización. No, no se trata de eso. Por socialización se entiende que el animal entre en contacto ya desde su pronta edad con la mayor cantidad de personas, situaciones y ambientes posibles, facilitándole así que nada le resulte extraño o complicado. Encerrando a nuestro cachorro de cocker en casa, en una terraza o en un jardín no lograremos una correcta socialización lo que puede conllevar futuros problemas. Tengamos siempre presente que todo cocker debería saber como mínimo ir de la correa a nuestro lado sin tirar, sentarse y tumbarse a la orden y atender siempre a nuestra llamada. 

Chocoblue Match Point y Chocoblue Moneypenny

 

Debemos ser conscientes que nuestra personalidad y manera de ser influyen en el carácter del perro del mismo modo que la educación que le proporcionemos. Así pues, no es de extrañar que una persona más bien activa transmita una forma de ser igualmente más activa al cachorro de cocker del mismo modo que una persona tranquila se traduzca en un cachorro más apacible en cuanto a carácter se refiere. Por supuesto que una parte importante del carácter del cachorro es hereditaria y este es el principal motivo por el cual el criador siempre deberá utilizar para la crianza ejemplares sumamente equilibrados en este aspecto. Ello permitirá al futuro propietario acabar de modelar al cachorro mediante una buena socialización y educación, convirtiéndolo en el animal con el carácter descrito en el estándar de la raza: un cocker alegre en todos los sentidos.

 

 

Josep Costa Gratacós.